Le propongo a mi gran amigo Lifeonmars un mundo precioso donde refugiarse durante esos días nefastos como los que atraviesa ahora y, con ello, dedicarle mi entrada de hoy. Él conoce muy bien eso del Give to get.
25.5.07
15.5.07
Trotando
El amor es la mayor manifestación de egoísmo que existe. No nos engañemos. No hay drama en ello, pero a todos nos honraría mucho reconocerlo. He llegado a la conclusión de que en una etapa simple y no muy avanzada del amor, lo que amamos no es a la otra persona sino el sentimiento de satisfacción que experimentamos cuando estamos con ella. Nos encantan las mariposas en el estómago, los besos que le damos, los que recibimos, su reconfortante presencia y un sinfín de manifestaciones que nos hacen sentir bien, pero que sólo nos afectan a nosotros mismos.
Ahí empieza el problema, o parte de él. No hay cosa más difícil que equilibrar las necesidades de ambas partes. E inexorablemente, en este punto, la culpa se cierne sobre el pobre que se deja arrastrar por sus egoístas instintos. Amar completamente a una persona equivale, a mi parecer, a ser capaz de dejarla marchar si así lo decide. ¿Cómo se puede retener a quien amas? ¿Se puede ser más egoísta?
Es comprensible que en el mundo en que vivimos hayamos hecho del amor otro campo de pruebas de nuestra inagotable ambición, esa que colmada nos reportará (temporalmente) una gran satisfacción.
Qué triste que hasta en estas cosas nos comportemos como auténticos caballos de carreras.
Ahí empieza el problema, o parte de él. No hay cosa más difícil que equilibrar las necesidades de ambas partes. E inexorablemente, en este punto, la culpa se cierne sobre el pobre que se deja arrastrar por sus egoístas instintos. Amar completamente a una persona equivale, a mi parecer, a ser capaz de dejarla marchar si así lo decide. ¿Cómo se puede retener a quien amas? ¿Se puede ser más egoísta?
Es comprensible que en el mundo en que vivimos hayamos hecho del amor otro campo de pruebas de nuestra inagotable ambición, esa que colmada nos reportará (temporalmente) una gran satisfacción.
Qué triste que hasta en estas cosas nos comportemos como auténticos caballos de carreras.
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