2.10.06

Dejar un libro a medias

Al conocer a alguien por vez primera, la mayoría de nosotros parecemos estar en posesión de un tiempo limitado durante el cual exponemos someramente lo que somos (o creemos ser). No tenemos tiempo que perder. Nadie dispone de tiempo para conocer a otro nadie, que puede convertirse en alguien y, lo que es quizá más improbable, en alguien significativo e importante en su vida.
Somos portadores de una especie de tarjeta que contiene los adjetivos que creemos y queremos que nos definan (soy optimista por naturaleza, tengo mis movidas, no paro en casa, soy un poco paranoico, soy muy intuitivo...). Estos han sido cuidadosamente seleccionados para que actúen a modo de esencia afrodisíaca que atraiga y colme las expectativas del mayor número posible de nadies a los que nos interesa atraer por uno u otro motivo.
Siempre he creído que esa primera información es poco valiosa y que por mucho que nos empeñemos en describirnos a nosotros mismos o por acertada que, creamos, sea nuestra propia descripción, serán finalmente nuestros actos los que terminarán por definirnos.
Detrás de ellos está nuestra voluntad, cuyo origen a su vez reside en nuestros deseos más profundos, esos que tiran de nosotros y que, pese a nuestros esfuerzos conscientes, nos delatan.
Las personas somos como los libros: hay quien te engancha en el primer capítulo, pero acaba por decepcionarte y quien comienza por aburrirte y se pone interesante a mitad de historia, para darte una grata sorpresa al final.
Soy incapaz de dejar un libro a la mitad por mucho que me aburran sus primeros capítulos. Hay libros que necesitan más páginas para que su historia comience a desarrollarse; lo hacen más lentamente o con una aparente falta de interés y, sin embargo, terminan por marcarnos. Otros se precipitan y acaban contando historias que no trascienden y caen en el olvido.
Supongo que todo depende del tiempo del que dispongamos y de nuestra afición por la lectura.

11 comentarios:

jko dijo...

hhhhmmmmm... buena entrada!...
yo estoy de acuerdo contigo en parte; es verdad que hay que dar tiempo a los libros (y las personas) para que se muestren en plenitud, pero también creo que si un libro te está aburriendo o no eres capaz de disfrutarlo como és en ese momento, quizás lo mejor es dejarlo para otro momento en el que estes preparado para disfrutarlo en su totalidad...

es verdad que todos los libros merecen ser "investigados" hasta el final porque seguro que todos tienen algo bueno que enseñarnos o mostrarnos o para disfrutar; sin embargo, no estoy seguro de que se pueda decir lo mismo de todas las personas ¿? :-( aunque hay que tener presente que un libro está escrito por alguien y se puede medio-conocer a esa persona en diferido...

...no sé, estoy divagando, vuelvo al curro...

Cosimo dijo...

Jko, de eso se trata: de divagar ;)
Yo creo que todas las personas deben ser investigadas hasta el final(en la medida de lo posible) por si salta la sorpresa, nunca se sabe. A veces me pasa que aquellos con los que no congenio en un principio acaban por convertirse en gente de confianza.

Anónimo dijo...

pues mire vd.; yo no tengo ese problema, para mi ese primer encuentro/impresión es una especie de prueba de fuego que ofrezco a los desconocidos, ya que; según me dicen (y tantas veces que he terminado por creerlo y aceptarlo), de entrada resulto ser un tipo bastantante antipático. Al parecer soy demasiado sincero y suelto a la tremenda lo primero que me viene a la cabeza. Será por un complejo de inferioridad que intento camuflar con un buén tanto de sinceridad.¿? Realmente no sé por qué pero me lo dicen amenudo.

Aunque les advierto que eso mismo y al parecer, es también parte de mi encanto, si superas la prueba y me aceptas, serás mi amigo de por vida y podrás contar conmigo para (casi) cualquier cosa.

No es algo que pueda controlar, son ya demasiados años de "antipatiquismo" y que utilizo como defensa personal personal.

Hasta tal punto he llegado de "cocoonismo" que ante una presentación siempre suelo ser advertido..."cuidado no le digas esto", "ni se te ocurra nombrarle ni hablar de esto"...y "sobre todo, si no te gusta lo que escuchas: mantente calladito".

pdt: como compensación; siento una curiosa atracción por la gente antipática.


pdt2: eso si, si en la página doscientos el libro sigue sin gustarme, lo abandono y a por otro.

Anónimo dijo...

¿Y al revés? ¿La gente nos tiene paciencia como para ver cómo de verdad somos (incluso saberlo mejor que nosotros mismos)?

Para no arriesgarnos, seducimos fingiendo ser otros... pero después queremos que se nos quiera por lo que somos...

Cosimo dijo...

Entonces, Mel, ¿resultas antipático por tu sinceridad? ja,ja,ja! Yo ya te he dicho que te quiero por tu malicia, que eso no lo cambies ;)
A mí me gusta la gente antipática hasta cierto punto: hasta ese en el que sienten que estás invadiendo el espacio en el que se refugian y pasan de seguir hablando contigo.
Pues mira tú, yo resulto antipático porque soy enfermizamente tímido. A muchos les desespera que permanezca callado escuchando o que no tenga una tarjeta de presentación.

Anónimo dijo...

muy buena entrada...
hace tiempo estaba de acuerso con lo comentadoo, pero el tiempo me ha¡ cambiado (parezco Julio Iglesias): si comienzo un libro y en su primer capítulo no me "dice" algo, lo cierro; si alguien no me "engancha" a la primera, no intento indagar más

Cosimo dijo...

Tele, qué gran verdad. Fingimos y luego reclamamos nuestro derecho a ser nosotros mismos. Es porque soy consciente de que la primera información suele ser falsa por lo que "nunca dejo un libro a la mitad"...

Margotan, bienvenido! Puede que sea cierto que con los años vaya dando igual eso de abandonar a la mitad una lectura. Creo que es porque nos marcamos una cantidad de libros a leer y no hay tiempo que perder. Pero, ¿sucede lo mismo con las personas?

Xabi, al cine también le doy esa misma licencia, aunque llegue medio dormido al final de una película.
Oye, quiero leer esa descripción del Gaydar! Mejor que la mire una tercera persona y te cuente lo que le sugiere, no? ;)

Anónimo dijo...

Hola Cósi, cuanto tiempo..

Yo digo que Mel es simpatiquísimo y que todo es una pose... y tú sinencambio si que eres un poquín calladete... :D

Yo los libros me los acabo, como demostré con Contra Natura... las pelis no, a veces me he salido del cine...

Cosimo dijo...

Ah, sí, Sky? pues no me dices eso cuando hablamos por el mess.
Soy más de escuchar, eso es todo.
Cuando te vuelva a ver en persona te via poner la cabeza como un bombo, verás, verás...

Cosimo dijo...

Asler, encantado de que estés aquí. Yo creo que tiene mucho que ver con esa intuición de la que hablas, pero más aún con lo de que la vida es corta. Sí, definitivamente, es eso.

Anónimo dijo...

pues será que me estoy haciendo mayor, pero si algo no me interesa lo dejo a la mínima oportunidad.
Con lo que me preocupaba de joven quedar bien y caer bien a todo el mundo. Ahora ya, no.
Ah que lo decías por los libros. Pues lo mismo. Si me aburren, le doy dos oportunidades.