23.10.06

The safety of objects


Durante la estupenda fiesta Lifeonmars, comenté con Xabi lo mucho que siempre me ha gustado la película cuyo título da nombre al post de hoy.

Para mí es innegable la seguridad que determinados objetos nos proporcionan. Si echamos la vista atrás, todos seremos capaces de enumerar al menos tres que han marcado nuestra infancia, otros tres de nuestra adolescencia y así pasando por las diferentes etapas de la vida hasta llegar donde estamos ahora.

Un objeto en sí mismo, encontrado muchos años después de ser usado, tiene una inigualable capacidad evocadora. Nos trae a la mente situaciones, sensaciones, aromas... Más que ser poseedores de los objetos, son éstos los que absorben buena parte de lo que somos y es entonces cuando cobra sentido su existencia.

No me quiero poner Rafael Alberti, pero yo rescataría de mi niñez, a bote pronto, 4 vinilos en colores del grupo Parchís (amarillo, rojo, verde y azul); aún los conservo, y cuando los saco a la luz me visualizo sin dificultad sentado junto al tocadiscos del salón mientras como pan con chocolate. Junto a eso, un boli de colores, de esos de 10 en uno, que me gané una tarde por portarme bien en un centro comercial. En fin, que si la vida era más que eso no quería saberlo!

De mi adolescencia, un concierto de Venas Plutón que grabé de la radio y que, cuando en ocasiones escucho, me viene a la mente todo un universo musical que estaba empezando a descubrir y que ayudaba a forjar mi personalidad al margen de la lista de los 40 Principales. En esta etapa incluiría también "El guardián entre el centeno" y "A sangre fría", una cazadora negra acolchada con parches de Guns n' Roses que no me quitaba ni para dormir, mi grabadora Sony, con la que registraba prácticamente todo lo que hacía, una pequeña carpeta donde metía todo lo que dibujaba y la entrada del concierto de Radiohead durante la gira de The Bends.

Después de un largo rato de reflexión sobre cuáles serían los objetos que me dan seguridad hoy día no he llegado a una conclusión clara. Podría citar, de nuevo a bote pronto, mi tazón de desayuno, un cuaderno de ideas que reposa en mi mesilla de noche, unos tres cd's, para mí imprescindibles, cuyo nombre no diré para evitar entrar en polémica, "El barón rampante", un cinturón azul y unos calcetines negros que parecen mantenerme sujeto al suelo.

¿Y los vuestros?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta el título porque me encantó la peli. nada mejor que una peli coral con grandes actores. es mi género preferido.

jko dijo...

no he visto la peli, pero tomo nota, y me encanta el post...

y ya que estos dos mariquitas ;-) no se mojan, je je, voy a decir los tres que salvaría de mi adolescencia (que siempre da más juego):

-mi minicadena doble pletina ultradesmontable sin la cual todas o la mayoría de mis tardes hubieran estado vacías (no todas eh, ;-))

-el videojuego "bubble bobble"... bueno, no es un objeto en si pero lo he tenido para el amstrad cpc464, para el pc, para el mac y ahora para la play... yo creo que merece una mención... y todavía juego!!

-mi camiseta chipie de manga larga y color negro que todavía conservo a pesar de que las 3 tintas de la serigrafía se están cayendo a trozos.

...también a bote pronto.

Cosimo dijo...

Xabi, dale una alegría a tu psicoanalista y rescata los playmobil de la casa familiar, hombre! No te quejes, que sin volumen 1 no estarías escribiendo el 2 ;)
Por cierto, no me negarás que el Ipod te da seguridad, eh!

Mal, mmm, me acabas de dar el tema para mi siguiente post! Gracias ;)

Jko, toda la razón: estos dos mariquitas reniegan de su pasado armarizado ;))
Ja,ja,ja me parto con lo del "Bubble bobble", es toda una institución, como el Tetris. Ay! tendría que haber mencionado la GameBoy.
Sabía que nombrarías tu chipie, lo sabía!

coxis dijo...

de mi infancia y adolescencia?
pues así a bote pronto...

el tocadiscos

un tebeo de Mortadelo y Filemón

un monopatín

un muñeco de La Guerra de las Galaxias

mis revistas Fotogramas

Anónimo dijo...

mi primer comediscos, y luego mi primer tocadiscos. un buen montón de libros y comics, posters, cartas antiguas, mis videojuegos, mis pelis de video y deuvedeles varios...en resumen, todo aquello que mi madre tiene a bien denominar como "tus mierdas" (jeje).

actualmente, el objeto que mas seguridad me produce es mi chico. (que si lee esto me mata, por cierto)

jko dijo...

ala meltorm!! qué bonito!!! (bueno, objeto objeto el pobre...) ;-)

Anónimo dijo...

para ser jodidamente exactos, lo podríamos llamar "objete calor" (jeje)

(ahora si que me mata)

Anónimo dijo...

Yo soy tan fetichista ke acumulo, acumulo, acumulo . Algún día se me caerá todo encima y moriré tal como ha sido mi vida; en una montaña de objetos.
Saludos!

Cosimo dijo...

Coxis, a mí mi monopatín me daba de todo menos seguridad porque me metía unas leches con él...
El Fotogramas lo que es es un documento de mucho valor: en unos años podrás comprobar qué actores y actrices subieron y cuáles bajaron tanto que desaparecieron.

Mel, mi madre también es de las que podría tirar en una mañana lo que me ha costado años acumular. y digo yo que algo tenemos que dejar como testimonio de nuestro paso por la vida, no?
Objeto calor?! Santo varón el tuyo! ;))

MM, bienvenido. Y acaso no es una hermosa forma de morir? ;) La imagen es maravillosa, como final de una película, con una ópera de fondo (el climax de La Traviata, sería perfecto)Jajaja. Perdóneme usted, que últimamente rozo los 40 de fiebre :S

coxis dijo...

pues si yo tuve una temporada monopatinera con siete años que siempre iba con las rodillas "desuelladas"...

jko dijo...

bueno, lo mio con el monopatín fué mu fuerte.

versión micro: era una feria de un pueblo de 3000 habitantes. tengo 16 años. voy con mis 3 colegas habituales. digo "vamos a jugar a esta tombola que me va a tocar y cogemos el monopatín". echamos. nos toca. nos llevamos el monopatín. nos emborrachamos. nos caemos con una piedrecina. nos da mal rollo. ya nunca recuerdo quien se lo quedó ni qué fué de él ni nada. :-(

Cosimo dijo...

Coxis, las rodillas monopatineras son inconfundibles, yo aún tengo marcas en las mías.

Jko, jajaja, lo mejor de tu historia es eso de: "vamos a jugar, que nos va a tocar y cogemos el monopatín" y va y os toca! Ala, dicho y hecho!

Anónimo dijo...

Cosimo, te debo un comentario en condiciones a esta magnífica entrada.
Lo siento, pero no he tenido tiempo hasta ahora. Lo haré en cuanto encuentre tiempo.
Lo prometo.