VOLVER

Es curioso como habitualmente, al dar tu opinión sobre una película, si ésta no te ha encantado, se interpreta inmediatamente como que no te ha gustado.
Incontables fueron las explicaciones que tuve que dar a la salida del cine a aquellos con quienes acudí a ver Volver por haberme pronunciado respecto de la película mediante un austero “está bien”.
Pero es que no pasó de ahí.

Odio tener que hacer de crítico de cine. De hecho, cada vez detesto más la labor del crítico de lo que sea. Cada día tengo más claro que cualquier crítica no es más que una mera opinión, por muy documentado que esté en el campo concerniente el crítico de turno. No quería tener que hacerlo, pero hablar de las películas de Almodóvar me ha traído siempre muy buena suerte. Cuando lo hice de "Hable con ella" me salió tan bien que estuve muy cerca de dedicarme a este mundillo del que ahora voy echando pestes.

Se quiera o no, un director como Almodóvar crea con cada una de sus nuevas películas una expectativa tan intensa y fuera de lo común que es casi inevitable acudir a ver su cine sin la mirada condicionada.
Los críticos hacen algo parecido: cuando un director cambia de registro o de estilo, bien lo condenan por su atrevimiento, bien lo encumbran porque por fin ha conseguido llegar al gran público. Ambas cosas me parecen igual de lamentables. Y con esta película se ha notado mucho esa actitud en la crítica. Que Volver sea, sin lugar a dudas, la película más accesible de Almodóvar hasta la fecha no significa que sea la mejor, ni mucho menos. Eso equivaldría a decir que “Una historia verdadera” es lo mejor de David Lynch o “Match Point” lo mejor de Woody Allen, por poner dos ejemplos.

Volver es una película casi redonda, bien acometida y acabada. Para mí, quizá la que más de Almodóvar. Da una fuerte sensación de unidad porque ha logrado como nunca armonizar muy bien todos los géneros que toca (comedia, drama, thriller...) Su supuesto dramatismo pasa algo desapercibido bajo un tono de comedia que a mí no me hizo mucha gracia, la verdad, pero que alivia la atmósfera de la película ( me esperaba una intervención hilarante de Chus Lampreave, sin embargo no se cumplieron mis presagios).
Carmen Maura, que está tan bien como acostumbra, aporta mucha solidez y verosimilitud a la historia y en cuanto a Pe decir que está bellísima, que jamás la había visto tan radiante. Su actuación, a pesar de tener constantes altibajos, es bastante buena, pero Hollywood le está afectando demasiado en sus gestos y en su belleza y puede por ello dar la sensación de que no encaja del todo en el papel. No obstante, si esta actriz me convenció alguna vez, ya lo hizo con su interpretación en “La niña de tus ojos”. Sin embargo, aquí está más que aceptable.

Otro de los aspectos que no terminan de convencerme de las películas de Almodóvar es la presencia demasiado evidente de los elementos que contextualizan la historia. Se dice que en realidad no es más que un artificio buscado, una marca de la casa. Yo lo veo como un estorbo, pero si la historia que cuenta me atrapa me olvido de ello inmediatamente. En Volver, esto no sucedió. Ese artificio se me hizo mucho más presente y molesto que nunca. En ocasiones, me preguntaba si lo que quería el director era hablarnos de su tierra o de una historia de mujeres de y en su tierra.

Me gustaría poder decir que me ha encantado, que he salido pletórico del cine como cuando vi Hable con ella, pero, de momento y hasta que vuelva a verla, sólo diré que me ha gustado, que me he emocionado y reído mucho menos de lo que esperaba y que puede que eso sea cosa mía y no de la película.
Por cierto, pensaba que me iba a decepcionar ese playback que se marca la Pe y al que tanto bombo se le ha estado dando, como otro reclamo más de la película, sin embargo, consiguió encogerme un poco el corazón, al igual que el reencuentro entre Raimunda y su madre a pie de cama.

En cuanto a Alberto Iglesias, al que tengo que nombrar casi por obligación, decir que ha creado una partitura con muchos y estupendos matices. Se nota que ha trabajado con un despliegue de medios increíble. La presencia de la música en la película no está tan presente como en las anteriores y eso deja un poco desnuda a la historia para que se cuente más por sí misma.