¿Eres un 25/7?

Venga va, algo ligerito, que últimamente estoy yo muy tremendo... Pero que quede claro que no voy a renunciar a ese continuo descenso a las profundidades. Eso sí que no. Que luego salgo como nuevo a la superficie y a lo tonto me ahorro una pasta en terapia.

¿Eres un 25/7? es más, ¿te han formulado alguna vez esta absurda pregunta? ¿sabías que puedes ser un 25/7 y no ser aún consciente de lo que ello supone?

De todas las técnicas de interpretación y adivinación a las que he sido sometido por parte de bienintencionados amigos, profesionales y gente varia de toda clase y condición, ha sido la numerología la que ha dado más de lleno a la hora de definir mi personalidad.

Un amigo psicólogo que se especializó en el Tarot y la numerología me calculó mi número, aquel que, según me dijo, determinaría mi "camino vital". Es muy fácil, podéis hacerlo en vuestra casa! Sólo se necesitan grandes dosis de aburrimiento y una fe más o menos ciega en estas cosas. Y ya estaréis pensando: "buah, yo no creo en eso..." A lo que yo respondo que el propio emperador Adriano explicaba así su creencia en todas estas disciplinas: "el espíritu humano siente repugnancia a aceptarse de las manos del azar, a no ser más que el producto pasajero de posibilidades que no están presididas por ningún dios, y sobre todo por él mismo(...) Una parte de cada vida transcurre en buscar las razones de ser, los puntos de partida. Mi impotencia para descubrirlos me llevó a las explicaciones mágicas, a buscar en los delirios de lo oculto lo que el sentido común no alcanzaba a darme. Cuando los cálculos complicados resultan falsos, cuando los filósofos y científicos no tienen ya nada que decirnos, es excusable volverse hacia el lejano contrapeso de los astros".
Es decir, ¿acaso os ha dado ya alguien o algo la respuesta a vuestras preguntas existenciales? no, verdad? pues entonces no perdéis nada.

A lo que iba. Mi número resultó ser el 25/7. Y la lista de aspectos que ello conlleva es lo más parecido a mí mismo que me han dicho nunca. Y yo soy de los que se lo cree todo. De hecho, lo creo más aún si lo cree un emperador romano.
Según mi amigo, es este factor el que condiciona mucho más que cualquier otro la personalidad de todos nosotros y, por tanto, son más parecidas dos personas que portan el mismo número que, por ejemplo, dos del mismo signo con el mismo ascendente.

Quién sabe si entre nosotros no hay alguien con nuestro mismo número... Al parecer encontrar a ese alguien es lo ideal. Mi número está muy jodido. A ver si me dáis una sorpresa y alguno lo lleva encima.

Cómo calcularlo (que ya os veo boli en mano...). Muy sencillo: se suman uno por uno los dígitos que constituyen vuestra fecha de nacimiento. Ej. 13 de abril de 1945 (1+3+4+1+9+4+5= 27 y luego se hace lo mismo con los dos últimos 2+7=9 Resultado: 27/9).

El problema de todo esto es que no dispongo de la interpretación para cada número, sólo de la del mío, que además tuve que robarle a mi amigo. Pero en internet circula mucha información al respecto y nada es comparable al alegrón que te llevas cuando encuentras a otro con tu mismo número.